Llevo semanas trabajando el desapego para que me facilite el aprendizaje del yoga. Me encuentro con resistencias internas y me tienen distraída. También llevo varios días ayudando a unas amigas en unas cuestiones y aunque me dispuse un horario para mantener los días de la semana bien distribuidos lo cierto es que estoy dedicando poco tiempo al blog, poco tiempo al inglés y menos tiempo a la práctica de yoga del que debería.
Es normal que ante un nuevo propósito, por pequeño que sea, aparezcan las dudas, las distracciones, la procrastinación… lo cierto es que cuanto más organizo la agenda más destaca mi necesidad de controlar todas las situaciones y lo que hay en ellas. Soy consciente que el deseo de que las cosas sucedan como yo quiero que sucedan me limita y tras varios años practicando el desapego, detecto al instante el momento en que debo ponerme a trabajar en ello para que la abundancia siga fluyendo a mi vida.
El desapego es una paradoja
Pero también soy consciente de que es, como decía un amigo, una paradoja porque no parece tener mucho sentido desear algo y a la vez estar desapegado de ello, es contradictorio pero os pongo un ejemplo más común. Si os digo que «para ser amado antes debes dejar marchar a tu amado» ¿os suena? Los celos son apego a un nivel muy intenso, son dañinos porque no dejan respirar ni a la persona que los tiene ni a la que los recibe. Sin embargo, cuando amamos sinceramente, sentimos que no necesitamos atar a nadie a nosotros ni controlarlo porque hay tanta confianza que permitimos que sea como es, aceptamos su naturaleza, cualidades y peculiaridades, dejamos que exista espacio entre ambos para respirar y respetamos sus ausencias entendiendo que forman parte de ese amor y que sirven al propósito de cohesionar más la relación. Eso es el desapego, es amor.
¿Y qué pasa con los sueños que mueven a los emprendedores? ¿no necesitan estar apegados a ese sueño para triunfar?
Conversando sobre el desapego en Facebook, a un socio que tuve hace tiempo le parecía ilógico ser emprendedor y tener desapego porque se supone que los emprendedores de éxito «persiguen» sus sueños, son persistentes, constantes, se esfuerzan por conseguirlo… para él, el desapego parecía ser una forma de «soltar las riendas» y esperar a tener suerte pero no es realmente así. Aquellas personas que tienen éxito en sus vidas no sólo son soñadoras, creativas y persistentes, también tienen INTENCIÓN, que no es otra cosa que la certeza de que lo conseguirán. Esto hace que actúen con seguridad en cada paso que dan.
Para clarificar su confusión le comentaba que tanto aquellos emprendedores que consiguen llegar a sus metas como la persona que consigue vivir la vida con desapego tienen el mismo objetivo: ser felices haciendo lo que hacen, tener bienestar, disfrutar con sus vidas. Ambos caminan por sendas diferentes pero SIENTEN que el final que quieren es posible, ES real, alcanzable y ven el camino claro.
Cuando visualizamos lo que queremos y nos desapegamos de si el resultado es o no exactamente lo que hemos visualizado nos centramos en el ahora, en ese «paso siguiente» que sabemos que nos acercará. No eres un vegetal que se deja llevar sin más, es que TIENES LA CERTEZA de que sea lo que sea que pase al final te satisfará así que simplemente CONFÍAS. La clave está en confiar.
El apego produce que nos identifiquemos con lo que tenemos o conseguimos (logro el éxito si tengo un Ferrari, seré famoso si me siguen «X» número de personas, me iré de viaje cuando consiga tener dinero suficiente…) así que cuando no lo conseguimos o lo perdemos, sentimos frustración, miedo, nos sentimos perdidos en última instancia.
Pero voy a dar un poco de luz a esto. Puedes desear algo pero es lo que obtienes con «ese algo» lo que realmente deseas: la sensación de libertad y velocidad con un coche nuevo, el aire fresco al ir a un bosque, el amor al tener un hijo, conocer otras culturas al viajar… de modo que lo que queremos (el exito, ganar dinero, viajar, casarnos, montar una empresa, etc) es realmente el medio para lograr otra cosa. No necesitamos un Ferrari para sentir libertad y velocidad, podemos comprar un Opel o un Renault o un Fiat y sentir la misma sensación, ¡eso es estar desapegado, confiar en que lo que deseas llegará igualmente sin necesidad de que interfieras! Qué alivio ¿verdad? resulta que no hace falta que estés todo el tiempo pendiente de todo, puedes relajarte porque al final resulta que lo que te llega es igualmente gratificante… y tú pensando que el Ferrari lo era todo.
El papel que juega el desapego es no marcar el mapa, permitir que la intuición y los pasos que vamos dando nos vayan llevando hacia el fin último ajustando el mapa sobre la marcha. Que llegues a donde querías llegar ocurrirá cuando, pase lo que pase por el camino, puedas dar tu siguiente paso sin importar lo que hayas hecho o conseguido hasta ese momento. Tendrás éxito, si, pero sólo cuando aceptes el hecho de que lo que visualizabas puede no estar en el lugar ni momento que imaginabas…. Puede que si quieres que tu empresa tenga éxito, debas pasar por ciertos cambios de sentido antes de que vaya bien. El desapego te permitirá ser flexible, adaptarte a las nuevas situaciones con rapidez y a no identificarte con lo que pase. Como tu objetivo sigue siendo tener éxito pero no te importa si es con una empresa que vende pepinos o con una consultora, llegarás a tenerlo pero lo más probable es que sea con aquello que te haga más feliz pues, sin darte cuenta, habrás ido construyendo los cimientos de algo que estará más alineado contigo que si lo hubieras planificado al detalle por anticipado. Por eso los planes de negocio antiguos no tienen muchos defensores a día de hoy.
Wayne Dyer, en su libro «El Poder de la intención» (aquí os dejo un vídeo donde Dyer explicaba el concepto) daba muy buenos consejos sobre el desapego. Decía que actuemos «sintiendo desde el final« y me parece un gran consejo porque no es lo mismo CREAR una idea que SENTIRLA. Si sentimos que lo que deseamos ya existe independientemente del aspecto que tenga, el camino nos aparecerá delante como por arte de magia. Sabremos claramente qué pasos dar porque sentiremos que es posible conseguirlo y nuestro subconsciente aportará los datos que necesitamos para recorrer el camino. El desapego nos aportará esa actitud de predisposición a las sorpresas haciendo el viaje mucho más divertido.
Ahí estoy yo… cada día es un repaso de esta lección. Namaste amigos.
Muchas gracias! Muy muy interesante tema desapego! Hay que internalizar el concepto y trabajar en esto diariamente! Interesante desafío!!! Muchas gracias, no te imaginas cuanto inspiras!!
Hola Anahi 🙂 ¡Gracias por tu comentario! espero que pronto deje de ser un desafío y sea algo natural en tu día a día. ¡Un abrazo muy grande!