Llevaba semanas esperando el día de hoy. Me han comunicado que mañana será finalmente mi último día en la agencia. Ya sabíamos todos que el servicio que estábamos dando a nuestro cliente tenía los días contados cuando, tras un concurso, nos prorrogaron el contrato 3 meses más sin decirnos que lo perdíamos o que lo ganábamos. Una prórroga sólo tiene sentido si lo hemos perdido y quieren que terminemos ciertas cosas antes de traspasar a la nueva agencia. Era obvio pero no oficial.
Luchar en lugar de fluir
La mente en situaciones de ignorancia crea escenarios hipotéticos que sintomatizamos físicamente y como somos más propensos a imaginarnos «lo malo» que «lo bueno», lo más probable es que nos «veamos» en una situación estresante, peligrosa o incontrolada y, lo peor, creernos que es justo eso lo que va a sucedernos. Lo irónico de esto es que es nuestra imaginación la que idea ese contexto, NO ES REAL, entonces ¿por qué lo sentimos como real? porque nos prepara para lo peor «por si» acontece, en cuyo caso nuestra mente se reafirmará diciéndonos «¿Ves? tenía razón.»
Pero resulta que las cosas se crean dos veces (pensamiento-acción) así que, ¿y si en lugar de prepararnos para lo peor nos preparamos para lo mejor? pues resulta que sea lo que sea lo que suceda, no tenemos la necesidad de imaginárnoslo, sabemos que va a hacernos sentir bien, que estaremos bien, y eso es suficiente para dejar de planificar y sufrir. No tiene sentido sufrir por algo que no ha sucedido así que sólo podemos ocuparnos de nuestro presente, ¿por qué no va a salir bien?
Fluir en lugar de luchar
En el día de hoy se confirmaba lo que ya sabía pero han tardado tanto en decírmelo que he tenido que luchar con mi mente. La falta de información y tener un cierre de proyecto muy tranquilo han hecho que tenga bastante tiempo libre para visualizar lo que podría suceder, cuál sería mi siguiente paso o con quién estaría. La mente crea sin parar, intenta planificar cada paso para sentirse segura pero ¡es absurdo! A estas alturas de la vida ya sabemos todos que por mucho que planifiquemos, nunca sabremos si se cumplirán nuestras agendas. Hay que permitir al Universo improvisar y aceptar las sorpresas.
Mi lucha se acrecentaba a medida que llegaba esta fecha. Todos los días miraba un par de afirmaciones escritas en papeles estratégicamente situados en dos puntos de mi día a día: el móvil y la pantalla de mi ordenador.
«Todo forma parte del plan, BE PATIENT!»
Y cada vez que «tropezaba» con la frase, automáticamente me relajaba. Era un recordatorio para que dejara al Universo hacer su trabajo. No vale la pena cuando no depende de mí, entonces ¿qué sentido tenía ponerse nerviosa? Desde mañana estoy sin trabajo y asusta un poco pero… ¿y qué? ¡es una oportunidad para mirar más allá, para profundizar en el yoga, para ayudar a otros desinteresadamente! Tengo varios meses de paro que sostendrían perfectamente mi nivel de vida si volviera a Alicante, ¿por qué me preocupo? cuanto más lo pienso más poco sentido tiene. Nuevamente, ese «neurótico entrometido» que es mi ego me quiere poner en alerta, que reaccione, que me precipite, que actúe sin pensar por miedo a verse en una situación de riesgo… ¡qué desperdicio de energía!
Fluir implica no desear, no planificar ni construir nada. Fluir significa pedir y dejar hacer, observar y bailar con lo que suceda día a día. Fluyes cuando los obstáculos los usas como trampolines, cuando las «malas personas» las ves como maestros que te enseñan a ser mejor persona, cuando la escasez la usas como excusa para ser independiente económicamente…
Hoy he ido y me he ido de la oficina muy alegre, sabiendo que iba a ser un buen día. Fluyo con la vida y sé que ella me dará todo lo bueno que merezco. No necesito saber nada más.
Namasté amigos.
Gracias Pilar, tanto ayer como hoy, sigo recordando textos de tus blogs y los comparto y me encanta, gracias! Valiente y libre eres! Nadaste.
Entonces… ¡Enhorabuena! Comienzas un maravilloso futuro. ¡Disfrútalo!
Eres un ejemplo excelente para mirar la vida desde tu cristal.
Gracias Pilar 🙂 Me ilusiona mucho tu comentario no sólo porque es el primero de este blog sino por lo que dices. Muchas gracias por leerme y por mirar a través de «mi cristal», me siento honrada por ello. ¡Un abrazo muy grande!